Abogado urgente, detención arresto en aeropuerto Italia Francia

Abogado penalista para detención arresto en aeropuerto Italia Francia

Abogado penalista para detención arresto en aeropuerto Italia Francia
Una de las ocasiones en que con mayor urgencia se precisa la asistencia de un abogado es cuando se produce una detención en un aeropuerto. Las personas que se ven en semejante situación deben estar claras de dos cosas: La primera, que la detención en aeropuerto no se ordena por causas superfluas, sino que todas los supuestos en que está previsto detener al viajero revisten una alta peligrosidad, por lo tanto, la situación es, siempre, en principio, grave;  y la segunda, que la presencia de un abogado que le asesore es más urgente que nunca.


A continuación ampliamos sobre este tema,  el que es de interés de toda persona que viaje por vía aérea, máxime si lo hace frecuentemente. Refiriéndonos a situaciones de arresto en aeropuerto, no es factible informarse cuando ya se tiene el problema encima, sino que se trata de una temática para la que hay que estar preparado de manera preventiva.


Sépase que un arresto en aeropuerto puede darse tanto en un aeropuerto internacional, como en los de cabotaje o nacionales, en helipuertos, y otros tipos de aeródromos. Aunque los aeropuertos de cabotaje no cuentan con áreas de control de pasaportes y aduana, puesto que no se reciben vuelos internacionales, sí se ejerce una minuciosa inspección de los equipajes, estando equipados algunos con máquinas de rayos x, puesto que la transportación de elementos peligrosos o mercancías ilegales está prohibida sea cual fuere la naturaleza del vuelo, y como tal, tiene que controlarse.


En los aeropuertos internacionales se encuentran implementadas fuertes medidas  para garantizar la seguridad aérea, más drásticas mientras más concurrido sea el aeropuerto en cuestión. Se usa tecnología diseñada especialmente para detectar la portación de armas, explosivos, drogas, elementos de riesgo biológico, tales como escáneres personales, detectores de metales, y rayos x. La introducción de sofisticados equipos no destierra los métodos simples y tradicionales, como la revisión manual de pasajeros y equipajes por parte de los agentes de seguridad, ni el uso de animales entrenados para detección de elementos peligrosos.


La detección de drogas u otros elementos no autorizados en un aeropuerto produce la apertura de dos jurisdicciones, la administrativa y la penal. Administrativamente, las autoridades aduanales imponen  las medidas que resulten procedentes, de acuerdo a la legislación vigente, que pueden ir desde la imposición de multas, la retención de artículos, o la pérdida de definitiva de ellos, en concepto de confiscación.

Si el artículo o sustancia es de naturaleza que tipifique contrabando u otra figura delictiva, como en el caso de las drogas, se llama de inmediato a la policía y los productos o sustancias son incautadas en concepto de evidencias. Las personas que son sorprendidas portando algunos de los elementos prohibidos por las leyes aduaneras, tanto nacionales como las clasificadas por organizaciones internacionales relativas al control de fronteras, como por ejemplo la Organización Mundial de Aduanas, son separadas de las áreas  de pasajeros y trasladadas junto con su equipaje al sector de seguridad de la aduana, donde son interrogadas por las autoridades aduanales correspondientes. Al intervenir la policía y aperturarse el procedimiento penal, las diligencias que administrativamente practicó la aduana y el personal de seguridad del aeropuerto pasan a formar parte de la instrucción penal.  


Dicho esto, se destaca por sí sola la importancia de adquirir asistencia letrada y aflora la explicación del carácter urgente de dicha asistencia.
El detenido en aeropuerto tiene derecho a ser asistido por un abogado desde que se produce la detención, incluso mientras actúan las autoridades administrativas, antes de la intervención policial.


En el caso del narcotráfico, hay que apuntar que el transporte aéreo ha sido una vía de constante uso para traficar con drogas, claro que a pequeña escala, puesto que los grandes cargamentos se movilizan de otra forma, por transporte aéreo o marítimo clandestino, o camuflados con mercancías legales.


La intervención oportuna de un abogado en el mismo aeropuerto es de vital importancia para el detenido, pues es el momento donde se determina que la naturaleza del artículo o producto es ilícita, para lo cual debe calzar en alguno de los ítems de las listas aduaneras de elementos prohibidos. Las descripciones de estas listas son en principio genéricas, y aunque se trata siempre de especificar lo máximo posible, nunca son cien por ciento exhaustivas. De existir dudas o debilidad en la clasificación del artículo o sustancia en cuestión como prohibido, a tenor del listado correspondiente, el accionar puede ser meramente administrativo, y el objeto de pesquisa ser retenido o decomisado preventivamente, sin otras consecuencias.


Si, definitivamente, se trata de elementos de indiscutible ilicitud y peligrosidad, se produce la intervención de la policía,  la cual se persona en el aeropuerto y en el acto ejecuta el arresto, acción para la cual sirve de base las diligencias administrativas de los agentes de seguridad de la aduana. Las ilicitudes que dan lugar a detenciones en los aeropuertos no se limitan a situaciones de portación de estupefacientes, armas, explosivos, que sugieren delitos como el narcotráfico, terrorismo, sabotaje, sino que alcanzan también a irregularidades en los pasaportes, lo que conduce a apertura de procesos penales por falsificación de documentos.


Una de las circunstancias en las que juega un papel especial el abogado que asiste con urgencia a un detenido en aeropuerto es cuando la persona es víctima de ardides para ser utilizado como transportador, introduciéndole droga en su equipaje. La corrupción administrativa que ha infiltrado todas las esferas de la vida pública no ha hecho excepción con las aduanas. Muchos son los antecedentes que obran en los anales de los procesos por narcotráfico donde el trasiego de sustancias ha contado con la colaboración de agentes aduaneros.

A veces con la participación del pasajero en cuestión, pero también a espaldas del mismo. El equipaje no permanece en manos del pasajero durante toda la estancia en la terminal aérea,  sino que transita por cargadores, revisores, inspectores, ocasiones más que suficientes para introducir sustancias subrepticiamente. La maniobra puede suceder también a manos de un tercero, ajeno a la función de la aduana, otro pasajero, por ejemplo, incluso la droga puede haber sido introducida en el aeropuerto de origen y ser descubierta en el de destino, o haberla portado un pasajero o tripulante e introducirla en el equipaje de mano de la víctima durante el vuelo.


Ahora bien, todas las variantes en que pueda ser demostrada la inocencia del detenido tienen su mayor oportunidad en el aeropuerto mismo, cuando se produce la detección y arresto, donde pueden ser escudriñadas las diligencias administrativas practicadas, el método de detección utilizado a fin de cerciorarse de que la capacidad del mismo es coherente con el elemento hallado, la captación de testigos que posean información sobre las posibles formas y oportunidades de introducción de drogas en equipaje ajeno, etcétera.